Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid
(UPM) pertenecientes al grupo de Agroenergética han llevado a cabo, gracias al uso de
sistemas de información geográfica, un estudio para evaluar el potencial de la biomasa
residual del plátano producido en la provincia de El Oro, en Ecuador, para aplicaciones de
bioenergía. Los resultados de este estudio indican que con la utilización de este tipo de
residuos se podría cubrir el 55% de la demanda eléctrica de la provincia y el 10% de la
demanda de bioetanol de todo el país.
El plátano es uno de los cultivos más importantes en el mundo. En el año 2013 se
produjeron 106 millones de toneladas y la mayoría de la producción se concentró en dos
continentes, Asia (57%) y América (26%), pero se le conoce y consume a nivel mundial por
su disponibilidad a lo largo de todo el año.
Se trata de un cultivo tropical, herbáceo y perenne, de la familia de las musáceas, que
genera un racimo una sola vez en su vida. En la cosecha se corta la planta para descender
el racimo, generándose como residuos lignocelulósicos el tallo y las hojas. Una vez que el
racimo llega a la planta de empaquetado se genera otro residuo, el raquis del racimo. La
relación entre residuo y producto de plátano es de 2:1. Los residuos lignocelulósicos se
dejan sobre el suelo o se llevan a vertederos a cielo abierto. En el primer caso, contribuyen
a mantener la humedad del suelo y aportar materia orgánica, pero suponen un riesgo
potencial de diseminación de enfermedades; y en ambos casos se generan gases de efecto
invernadero al descomponerse.
Además de los residuos lignocelulósicos, se genera otro residuo, que es el fruto descartado
que no ha logrado alcanzar los estándares de calidad para la venta y la exportación. El
índice de rechazo puede variar entre el 8% y el 20%. Este residuo sirve para alimentación
animal, pero la mayoría de los productores prefieren dejarlo descomponerse al aire libre por
razones económicas.
Considerando todos estos datos, los investigadores de la UPM, liderados por la profesora
María Dolores Curt, analizaron el caso de estudio de Ecuador por ser este país el mayor
exportador de plátanos (cubre el 29% de las exportaciones a nivel mundial). Para realizar la
investigación se emplearon sistemas de información geográfica, metodología que
actualmente se utiliza ampliamente para la estimación de la producción vegetal. El
muestreo y el levantamiento de datos se realizó en campo, en la provincia de El Oro, para
determinar la relación de residuo y producto; y la composición química de la biomasa y su
poder calorífico inferior se estudió en laboratorio.
Con toda esta información se determinó que Ecuador cuenta con 224.137 hectáreas
dedicadas a cultivo, de las cuales 59.914 se encuentran concentradas en la zona
noroccidental de la provincia de El Oro. Al estar los cultivos reunidos en una zona se facilita
el potencial emplazamiento de plantas de transformación. A través de información
secundaria se estimó que el transporte de la biomasa es viable hasta una distancia máxima
de 20 kilómetros, pudiéndose determinar así el área aprovechable. También se restringió la
cantidad de biomasa que se puede utilizar con fines energéticos, asumiendo que el 36% de
los residuos se dedica a actividades agrícolas. Finalmente, se fijaron dos puntos candidatos
de emplazamiento de plantas de generación de energía eléctrica a partir de la biomasa lignocelulósica
y de producción de bioetanol a partir del rechazo de plátano.
Los resultados del estudio muestran que el área potencial aprovechable sería de 38.604
hectáreas, que generarían 190.102 toneladas al año de plátano descartado (materia fresca)
y 198.602 de biomasa lignocelulósica (materia seca). Con esto, se podrían llegar a producir
19 millones de litros de bioetanol, y la potencia instalada de las dos plantas eléctricas podría
llegar a 18 megavatios. En opinión de los investigadores, “si esto llegara a materializarse se
podría cubrir el 55% de demanda eléctrica de la provincia de El Oro y el 10% de la
demanda de bioetanol de Ecuador. Además, contribuiría a diversificar la matriz energética
del país, generaría puestos de trabajo, dinamizaría la economía local y contribuiría al
desarrollo rural, siendo estas algunas de las premisas de la bioenergía y la bioeconomía”.
http://www.agrodigital.com/PlArtStd.asp?CodArt=107980 18/05/2016
Fuente: UPM
Referencia bibliográfica
GUERRERO, A.B.; AGUADO, P.L.; SÁNCHEZ, J.; CURT, M.D. “GIS-Based Assessment of
Banana Residual Biomass Potential for Ethanol Production and Power Generation: A Case
Study”. Waste and Biomass Valorization 7 (2): 405-415. DOI: 10.1007/s12649-015-
9455-3. April 2016.